INCULCAR LA LECTURA DESDE EL PRINCIPIO

Nuestro equipo de escritor fantasma está acostumbrado a que los lectores más asiduos sean personas de cierta edad. La lectura no es algo que se estila entre los más jóvenes, estos hábitos se han ido perdiendo con el tiempo.

Y es que es muy importante que, desde bien pequeños, sembremos en ellos el interés por los libros. Muchos lo dejan correr, esperando que sea el propio niño el que, por iniciativa propia o mediante el colegio, se anime a escoger sus propias lecturas.

Leer fomenta el libre pensamiento, la imaginación, enseña nuevas palabras y culturas, viajas sin salir de casa. Debería ser fundamental que a todos nuestros jóvenes les gustase leer.

Una forma muy sencilla de hacer que un libro forme parte de su desarrollo es ofreciéndoselo desde que son bebés. ¿Bebés? Sí, un libro no es únicamente una novela negra de quinientas páginas.

Hoy en día existen cientos de opciones. Libros de solapas, de pestañas, con diferentes texturas. Libros gruesos con sonidos y colores llamativos, libros de plástico para jugar en la ducha. Cuentos con encajables o lengüetas que pueden mover y con los que pueden interactuar. Acostumbrarlos a leer o jugar con un cuento todos los días creará en ellos este hábito y gusto por descubrir cosas nuevas a través de sus páginas. Gracias a esto aprenderán los colores, los nombres y sonidos de los animales, a señalar, a identificar objetos y texturas, a mover los deditos. Solo tiene ventajas y hay cuentos aptos para niños de muy pocos meses. El mejor consejo que podemos dar como grupo de escritor fantasma es que la lectura no tiene edad ¡Compártela y regálala!